Capítulo 54: Soy una stupida.
Azzura
La villa se incendia y con ella mi fortaleza. Escuchar a mi madre suplicando por el Biondo Diavolo me sofoca. «Per favore», se repite en mi cerebro. Dudé de él y mi madre lo protegió. Estoy anonadada. El disparo no me despertó. Me siento vagando fuera de mi cuerpo.
—Déjame ver la herida —la voz de mi madre tira de mi alma.
Me obligo a mirar. La profesión la mueve y examina el brazo de Baldassare. Merda, sus ojos me penetran el alma. El pecho se me comprime al ver lo que ocasioné.
—Nadie preguntó, pero ahí les va el dato. —Scarido me salva por enésima vez y desvío los ojos hacia él—. El ataque no es por parte de Cosa Nostra —hace una pausa para restregármelo en la cara—, sino por los albaneses.
Scarido patea al tipo, aplastando con la suela su espalda hasta que presiona su mejilla en el pavimento.
—Su vestimenta es de Cosa Nostra —refuta Terzo.
—No es mi culpa que no puedas apreciar el buen gusto de Cosa Nostra —murmura con soberbia el Biondo Diavolo.
—La bala solo rozó el área —