Llegamos al penthouse y siento como si me hubiesen vejado, paso por el lado de todos sin siquiera saludar, creo que Val y los chicos algo me dijeron, pero ni siquiera los escucho, solo me encierro en mi habitación y me echo en la cama, sólo quiero dormir.
Me levanto como la m****a, no dormí absolutamente nada, la sensación que me dejó quedar expuesto ante Daniela y que ella haya querido aprovechar la situación me tiene con un sabor amargo en la boca, pero hoy nuevamente tendremos entrenamiento con Jack... Debo decir que una vez que me puse los guantes y ataqué el saco de boxeo liberé toda la tensión y terminamos sudando la gota gorda con los chicos, como estaremos que llegamos a la sala de estar que nos lanzamos a los sofás cual adolescentes. -Estoy cansadísima. -¿Tú solamente? -Esto ha sido intenso, pero extraño el hospital... -Tranquila, ya podremos volver. -¡Eso espero por que los echamos de menos! -Exclamó con voz chillona Bruno que venía saliendo del ascensor junto a Dylan. -Muchito, muchito -confesó Dylan quien hace pucheros, mientras Val se abalanza hacia él quedando como koala abrazada. Los chicos traían comida china para nosotros y ahora que lo veo ha sido difícil estar casi encerrados estos tres meses, sólo hemos podido realizar algunas operaciones de emergencia, pero ni así tratar a nuestros pacientes y entiendo a Val pues ella ha salido menos que yo. -Estos dos no dejan de molestar -mascullo pues a pesar de todo el tiempo que estamos juntos Val me pesca menos que un resfriado y cada vez que vienen estos dos ella se desvive en atenciones para con ellos-. ¿Y me pueden decir qué hacen aquí nuevamente? -Ethan no seas mal educado, solo vienen porque nos quieren y se preocupan por nosotros. -sí claro, Pff. -Ay jefe, si no fuera porque es Val diría que está celoso. -¡¿Yo?! ¡No! ¿Qué dices tonto? -Basta chicos, parecen adolescentes y ya con tres en esta casa me basta y me sobra. -¿Cómo que tres? -¿Ven? ¿Se dan cuenta? -Yo no soy ningún adolescente, te estás pasando de la raya Soré. -Entonces no te comportes como uno si quieres que te consideren como un adulto. -Vamos chicos, la comida se enfría...- Dylan nos dice, entre risas, para bajar un poco los ánimos. Los cuatro nos sentamos en los sofás y nos disponemos a comer... -¿Cómo están mis niños? -Todos bien mi preciosa, por lo pronto algunas enfermeras con Claudia les están haciendo más llevadero su día a día, ellos te extrañan mucho y ruegan cada día por tu regreso. -Si, mira los hermosos dibujos y cartas que te han mandado hoy. -No saben cómo los extraño -expresó Val con lágrimas que salen a borbotones de sus ojitos y siento que se me estruja el corazón-. ¡Quiero que todo esto se acabe! -Ya preciosa, esto pronto terminará y lo verás como un mal sueño, por ahora recarga tus baterías para que vuelvas con el mejor ánimo al hospital. -Bueno, ya es hora de irnos, ¿vamos cariño? -Dylan le dice a Bruno mientras lo abraza. -Me parece, debemos dejarlos descansar amor. -¿Eh? -¡Ethan! -Jefe, ¿no me diga que no sabía? -veo como Val y estos dos se ríen a carcajadas de mí, como si lo que acabo de descubrir fuese algo tan normal como preparar una taza de café. -Vamos, ¿de qué hablan? -¡Que Bruno y Dylan son pareja, dah! -respondió Alma entrando por la puerta-. me extraña guapetón, te hacía más vivo. -Hermano, tú sí que eres despistado. - se mofa de mí el incordio de Thomas y todos soltaron una risotada y mi cara debe haber parecido un poema porque no paran de reírse. -Sí Ethan, eres un completo y total idiota. Todo este tiempo te sentiste celoso de esos dos y ellos en realidad ni bolas le daban a Val. -Ejem, perdón chicos la verdad es que no lo sabía. -Debo ser el tipo más estúpido del mundo, ¿cómo no me pude fijar que esos dos son pareja? -No te preocupes, jefe, no es la primera vez que nos pasa. -Es normal que nos vean como la competencia -Bruno le guiño un ojo a las chicas y Val se puso roja como tomate maduro. -¿Eh? -Jajaja esto me está gustando -dice Alma. -Déjame ir a buscar la soda y las palomitas. -replicó Thomas. Todos ríen por las ocurrencias de Thomas y después de un rato más los chicos se van. -De verdad que no lo puedo creer guapetón, si a ellos dos les sale el amor hasta por los poros... Igual que a otros. -Me dice Alma mirándome fijamente. -Si hermano, te pasaste. -Bueno, ya entendí, a propósito ¿cómo les fue en la audición? -les preguntó Ethan para salir del paso. -Pues, ¿qué quieres que te diga?... Estás frente a Catalina y Petruccio, nos eligieron -respondió Alma chillando. -Oh, felicidades mis principitos, se lo merecen -Val se acercó a ellos y los abrazó felicitándolos. -En hora buena, pero te noto un poco molesta princesita... -Ay guapetón, todo es culpa de mi barrilito sin fondo. -¿Qué hice ahora? -responde Jack azorado. -¿Quieres que te lo recuerde? -respondió Thomas-. Hoy le hiciste una llave al profesor de educación física porque nos estaba reclamando por hacer un mal ejercicio. -Si y el pobre estará dos semanas con reposo, lo cual me encanta, me carga hacer deporte -Alma le encara y cruza sus brazos en son de falso enojo. -Ah y la peor a la maestra de matemáticas, le quitaste su comida porque pensabas que su lonchera era una bomba. Nuevamente todos rompimos en carcajadas, Jack se sonrojó y luego tomó una postura más seria. -Bueno, ya es suficiente. Jack está haciendo su trabajo y los protege por que los quiere. -les digo para que le bajen un poco a la intensidad. -Así es Ethan, además esa profesora no me dio buena espina. -Unas cuantas carcajadas más y los chicos decidieron ir a descansar. -Bueno, bueno, me iré a los brazos de Morfeo -comentó Alma, tomó a Salem y se despidió-. Buenas noches familia. -Descansa, hermanita. -Que sueñes conmigo - le guiño un ojo, mientras Alma me da un beso de buenas noches. -Eso jamás...-respondió en tono molesto mi hermano, jajaja me encanta picarle. -Ya, vamos baboso a dormir que tengo sueño. -Si chicos, descansen... Los quiero -Me too. -I love you. -Estos dos son un encanto. -No tanto como tú... ¿Lo dije en voz alta? -¿Eh? Realmente eres rarísimo Ethan. -Val. -Dime...