—Valentina Scott Soré—
También han pasado más cosas, algunas buenas y otras no tanto. Del juicio me he desligado completamente porque no quiero entorpecer mi embarazo y malas vibras para mi engendrito, no gracias.
En el hospital, las cosas siguen igual de locas, ahora le sumamos a nuestro Nathan al grupo selecto de esta familia disfuncional que tenemos y seamos honestas, es el que tiene a más de alguna de las enfermeras y doctoras del lugar loquitas con su sonrisa sexi matadora. Gracias a la neurotixina y luego que encontráramos un donante compatible, pudimos operarlo y fue un todo éxito. El día que le dimos el alta, lo acompañamos a darle el último adiós a su hermana Ana y lanzamos sus cenizas al río Hudson. Fue "emotivo y liberador", esoo fue lo que nos dijo y con su sonrisa de dientes perfectos se dio la media vuelta y caminó como si nnada hubiera pasado. Era Nath y así lo queríamos, aunque a Ethan aún le costara enteder esta ración que teníamos.
George, Stuart y papá, siguen siend