Me acerqué a donde estaba mi esposo sentado mirándonos como si quisiéramos matarnos, la asistente de Mario y yo, levantandose ella del posabrazo del sillon donde estaba mi esposo sentado.
—- ¿Qué pasa Stella?¿porque te vas de mi lado? — preguntó mi marido a su asistente
—- Mario, creo que tu esposa se va a enfadar si sigo tan apegada a ti y no quiero que por mi culpa tengan alguna discusión — contestó ella..
—- Tonterías, mi esposa Keira no es tan celosa, ven sientate en mis piernas estaras mas comoda encima de mí — respondió Mario.
—- Mario hijo, no creo que eso sea buena idea estando tu mujer delante y encima embarazada — le replicó mi suegra.
—- Mamá, vale ya, mi esposa solo está gorda, no para de comer y por eso está como una cerda, ¿no la ves?, sin embargo mi secretaria se mantiene así de bien, tan bien que le gustaría a cualquier hombre tenerla en su cama —- comentó Mario.
—- Mario ¿cómo te atreves? Keira creo que la cena se acabó, no pienso seguir aguantando idioteces de mi hi