Poco después, entraron en la habitación donde yo estaba, mi esposo y acompañado del doctor Tayler como le solicité al otro doctor.
—- Hola Keira ¿cómo te encuentras preciosa? —- me preguntó el doctor Tayler.
—- Ahora me encuentro bien gracias, quiero irme a mi casa si puede ser, —- le comente.
—- Mi amor tranquila, ya nos dirá Tayler cuando nos podremos marchar, ahora lo que importa es nuestro bebe — me dijo Mario dejandome sorprendida, pero ya me comentó el ayudante de Tayler que cambiaría su carácter mi esposo.
—- Bueno pareja, yo tengo que marcharme, tengo más pacientes, cuidala Mario y mimala mucho, es una gran mujer y tiene a tu bebe en su vientre, por cierto Keira, prefiero que te quedes veinticuatro horas en observación, me quedaré más tranquilo — le dijo el doctor a mi esposo, antes de marcharse de mi habitación.
—- No te preocupes Tayler, nos quedaremos en la clínica el tiempo que haga falta si eso es necesario — respondió Mario.
Esa tarde y esa noche todo fue muy bien en la