Cuando Mario aparco el coche en el garage, baje de él dando un fuerte portazo a la puerta entrando los dos en la casa. Yo me fui al dormitorio mientras él se quedaba en el salon, pero solo unos segundos tardo en subir también Mario entrando en mi dormitorio, se acercó a donde yo me encontraba rodeandome con sus brazos, acorralandome entre la puerta del dormitorio y su cuerpo, mientras me besaba lleno de deseo.
Presionó sus caderas contra las mías para que no me moviera, haciéndome forcejear intentando apartarlo de mi, pero yo no tenía bastante fuerza, así que le cogi de la camisa, luchando contra su pecho, teniendo Mario mi cuerpo tenso entre sus brazos, doblando mi cara para esquivar sus besos, lo que aprovechó para morder mi cuello sobando mis nalgas con sus manos, mientras me daba un empujón con sus caderas para que notara lo duro de su erección bajo la tela de mi vestido excitando mi sexo cada vez mas a pesar de que intentaba rechazarlo.
Mis pezones enseguida se pusieron duros si