— Vamos al vehículo — Espeta Naven, pero Sofia deja ver una sonrisa.
— ¿Eres ciego? ¿No te das cuenta de que estoy con Catalina?
— Ella tiene tu vehículo, que lo lleve y tu te vienes conmigo.
— No, yo me quedaré con mi amiga y volveré cuando sea necesario — Naven tenía una mirada fulminante y Catalina venía con pasos lentos.
— Señor Fort, deje que compartamos unos minutos más juntas, si usted quiere puede quedarse en su vehículo mientras nosotras terminamos con nuestro encuentro.
— Estaré en mi vehículo — con aquellas palabras Naven se da la vuelta y abandona el lugar dejando a Sofia en compañía de Bianca.
— Tú marido es alguien que no va a permitir que otras personas se acérquen a ti.
— Pero las mujeres pueden acercarse a ella.
— ¿Estás celosa Sofia? — La morena adquiere una mirada fulminante y si tuviera una pistola ya hubiera disparado a su amiga.
— Por supuesto que no estoy celosa.
— Trata de convencerte primero a ti y después a los demás. Terminemos aquí y volvamos porque de toda