Después de unos minutos Sofia toma la decisión de volver al departamento, no obstante el contraste de la sombra que observa sentado con las piernas cruzadas en el sofá le deja en claro que Naven estaba allí.

— Te daré un consejo, no creas todo lo que te digan los demás — Su voz era áspera y Sofia siente escalofríos al escucharlo, más, no presto atención a la profundidad de aquells palabras y solo avanzó.

— Estoy cansada, iré a descansar.

— ¿Estás cansada de no hacer nada? — Naven se coloca de pie y Sofia retrocede ante aquella acción.

— Naven, sea aquello que quieras hacer, no me involucres yo...

— Según tú ¿Qué es aquello que yo quisiera hacer? — La media sonrisa peligrosa se visualiza en su rostro estremece aun más a la pequeña Sofia. — Sofia, estas cayendo en el juego de otras personas, es lo único que puedo decirte.

— Aquí el único que está involucrandome en su juego eres tú.

— No estoy involucrado en ningún juego — Está vez ya estaba por delante de Sofia, las facciones de su ro