Camille
Hace ya varias semanas que Leonardo está a cargo de la empresa y se nota un aire de frustración por parte de todos en mi equipo o por lo menos casi todos, ya que Lina por su parte ha tratado de acercarse mucho a él y lo ha logrado. Gracias a ella he tenido algunas discusiones con Leonardo, quien parece que dudar de mi capacidad, algo que nunca sucedió con su abuelo. Él siempre confió no solo en mí, sino en todos sus trabajadores.
Leonardo
Estoy tan perdido en mis pensamientos que no escucho lo que mi secretario Mateo me está comentando sobre las nuevas colecciones. Hay tantas cosas por resolver en la empresa que no sé por cuál comenzar.
—Leonardo, ¿me estás escuchando? —me cuestiona una vez más Mateo.
—Sí, digo no. Disculpa, estaba pensando en otras cosas —me excuso.
—Al parecer hay un problema con unas de nuestras diseñadoras en la línea de vestidos de novia —me informa con un suspiro.
—¡Maldita sea! Lo que me faltaba, ¿quiénes son? —lo increpo con molestia.
—Camille Dumont