Desde mi renuncia a Maya´s Fashion han pasado varios días y en todo este tiempo le he pedido a la señora Regina que no le comenté nada a mi familia sobre el problema que tuve en la empresa, así que cada que ellos hablan a casa ella les dice que estoy en la empresa de esta forma no hemos tenido ningún problema en ocultarles todo. No quiero que me pidan que vuelva a Francia con ellos, aunque es algo en lo que sí he pensado; sin embargo, deseo esperar un poco antes de regresar, aún tengo algunos pendientes que resolver aquí.
Acabo de tomar una ducha y justo cuando me estoy terminando de vestir escucho el timbre de la puerta. Cuando bajo veo que la señora Regina está hablando con la persona que menos ganas tengo de volver a ver, Leonardo Ruíz, y detrás de este se encuentra su asistente Mateo. No cabe duda de que este día pinta para ser un desastre.
—Ya le dije, señor, no puedo dejarlo pasar hasta que la señorita no me lo permita.
—Sabe usted, ¿quién soy yo? —replica él con un tono tan prep