-Hasta mañana - respondió, su voz desapareció con ella en la esquina de la habitación.
El viento movía los papeles en su mano. Al regresar la vista al suelo, las hojas apiladas estaban a punto de salir volando. El bolígrafo se movió, pendiendo de una esquina. Se apresuró a poner la mano encima y componer el lapicero. Luego, se sentó. Las hojas revueltas se habían desordenado; así que se tomó un tiempo para arreglarlas. De pronto, un sonido se escuchó desde la orilla contraria. Alerta, levantó la vista.
Tras la pared del baño, Ethan se acercaba con zancadas largas - me has sorprendido - sonrió, dejando de caminar con cautela llegó más rápido.
-¿por qué estabas ahí? - l