Tortura.
Suspiro.
¿De verdad la dejaré ir solo para probar si me es leal?
Todo me martilla la cabeza, además de los problemas que estoy teniendo con mi padrino.
—Te dije que investigaras esa nueva red que nos está copiando... prácticamente lo están haciendo todo igual, como si supieran cada uno de nuestros errores y movimientos y lo mejoran para ganar...sospechoso ¿no?—golpea la mesa, señalándome con el dedo índice un documento, bastante agitado.
—Si hablas así, entenderé que soy el responsable de esa empresa fantasma. ¿O piensas que te estoy robando? —nos miramos unos segundos con rabia contenida.
—Si sabes lo que te conviene, no te atreverías a hacer semejante estupidez—
Odio las amenazas...
—Padrino, deja las amenazas a un lado... sabes que las detesto y necesito usar mi cerebro para pensar en toda esta mierda que esta sucediendo—
—¿Y quién te crees tú para decirme qué decir o no?—me levantó de golpe.
—Soy la puta marioneta que te ha llevado a la cima. Por encima de todos y todo te he sido