—¿Qué mierda estás diciendo, Sol? ¿Cómo vas a querer a un tipo como yo?—
Salgo de la bañera. Virginia estaba ordenando mi habitación.
—Joven... —dice ella con cautela.
—¿Virginia? ¿Y Sol?—
—Ella está en su cuarto —asentí.
—Virginia, por esta noche no voy a regresar. No se marche, no quiero que esté sola—
—No se preocupe, joven.
Ella asiente y se va, dejándome solo.
Tengo algo pendiente, y esta noche voy a terminarlo. Iba a entrar a la habitación de Sol antes de irme, pero me detuve. Solo miré la puerta.
⸻
Las luces palpitantes del club son demasiado fuertes. Llevo un trago a la boca, observando con disimulo todo el lugar.
Me avisaron que Camilo vendría hoy, aún herido, a recoger mercancía pendiente para su viaje de mañana.
No me vestí con traje, más bien de forma casual, para disimular que estoy aquí. Una mujer se acercó y se sentó a mi lado.
—¿Me invitas a un trago? —alzo el vaso, y ella se acomoda en el asiento.
—¿Frecuentas mucho este lugar? —pregunta.
Hay una cosa que las mujeres