En los últimos días fuimos de pesca y, en medio del lago, en el pequeño bote, Dante me hizo de todo. Nunca había sentido tanto miedo de caer al agua, pero Dante me borró esos miedos en un momento.
Vimos las estrellas todas las noches que estuvimos ahí, y debajo de la lluvia hicimos el amor. También tenía miedo, porque los rayos y los truenos eran de terror, pero él no le teme a nada.
No sabía lo rico que era tener a un hombre dentro de ti mientras la lluvia fría te golpea duro en el cuerpo. Sientes que te están dando latigazos mientras te penetran.
Todo fue hermoso, y también muy sexualmente activo, sin recreo. Hablamos mucho de nosotros, nos abrimos demasiado.
Dante tuvo una vida sexualmente activa siendo aún joven, extremadamente joven... me contó tantas cosas que hizo, que ahora entiendo por qué tiene tanta experiencia.
Cosas como el sexo por anal quería conmigo para torturarme por bailar con otro, no por placer. Y aunque lo hizo miles de veces, no es algo que vea digno para hacer