Capítulo 38 — Sombras del pasado
El marqués de Northfolk contemplaba su reflejo en el cristal de la ventana de su estudio, mientras el sonido lejano de los carruajes llenaba las calles de Londres. Era una noche templada, de esas que parecían hechas para la reflexión. Su criado le había recordado que debía prepararse para el baile inaugural de la temporada, pero él seguía indeciso. Había tenido suficientes noches de gala, conversaciones vacías y sonrisas falsas para toda una vida.
Arturo, marqués de Northfolk, nunca había sido un hombre corriente entre los nobles. A diferencia de la mayoría, había cursado estudios en Derecho en Cambridge, movido por un deseo genuino de comprender las leyes que regían a los hombres más allá de los privilegios del título. Sabía que nunca heredaría las grandes propiedades familiares; esas estaban destinadas a su hermano mayor, Carlos. A él le correspondía lo justo, una fortuna modesta pero suficiente. Sin embargo, tras la trágica muerte de su hermano y su