65- Cuando la preocupación se convierte en placer.
Frente a ella, Cloe y Ethan sonreían con un orgullo puro y desbordante, mirándola con el mismo amor irrestricto con el que la habían observado dar su primer paso, o pronunciar su primera palabra.
—Sí, mi amor —dijo Cloe, con los ojos brillando de lágrimas—. Te lo dije... Eres capaz de todo.
Ambos la abrazaron, envolviéndola en un refugio de ternura que por un instante alejó todo el dolor y la tragedia que los rodeaba.
Elyria, con las mejillas empapadas de llanto, soltó una risa ahogada.
—¿Pero por qué... aquella vez... no pude? —preguntó entre balbuceos, buscando respuestas en sus padres.
Cloe le acarició la mejilla con ternura infinita, limpiando sus lágrimas con el pulgar.
—Porque entonces no creíste en ti —le explicó en un susurro cálido—. Te negaste a la posibilidad de ser apta. Hoy, cuando el amor y la vida de tu compañero estuvieron en juego, no te quedó más opción que confiar... y ver de lo que eres capaz.
Elyria soltó un suspiro tembloroso, y se dejó caer junto a Gregor. Lo a