- ¿Pudiste dormir bien? – Daniela daba golpecitos con el pie
- ¿Tengo pinta de haber descansado?
- Nina… ¿Me dirás que solo hablaron? ¡Fueron cuatro horas! – gritó por lo bajo
- Algo así – se encogió de hombros, pasando su costado para acercarse a la niña que dormía
- Claro… con las ganas que le traías al General Domoniccie, estoy segura de que se pusieron a… “Ejercitar”… y yo aquí, preocupada de nuevo…
- Dani ¿Tenías un conocido que vivía por la costa? – buscó el calzado de la pequeña que se había dormido con vestido puesto
- Sí… ¿Qué pasa con eso?
- En el hotel no te alojaste con nosotros porque irías a su casa
- Sí… Nina, ¿A dónde quieres llegar?
- Si fuéramos ahora… ¿Crees que nos recibiría? Quiero salir de aquí
- ¿Por qué iríamos a lo de alguien más? Sería incluso más cómodo buscar un cuarto de camino, y ya organizar mejor mañana…
- Porque la familia Domoniccie nos encontrará en cuánto usemos nuestras identificaciones para registrarnos en cualquier lugar
Nina abrigó a Magnoli