- Buscaré a Eva – le dijo Salvador a Mauricio mientras entraban en las duchas del campamento militar
Mauricio no se parecía en nada a lo que alguna vez fue
Con la barba incipiente y el cabello despeinado, las oscuras ojeras por no dormir más de un par de horas cada noche y el rostro pálido por tanto tiempo encerrado, parecía una persona enferma, cerca de las últimas etapas de una enfermedad terminal
Sería mentir decir que a Salvador no le afectaba verlo así
Aunque no lo quisiera… lo registraba como parte de su familia y le guardaba cierto afecto
Si hacía memoria, tuvieron alguno que otro momento bueno como primos cuando él volvió del campo, tras la muerte de sus padres, y Mauricio apenas era un niño que pasaba del metro de altura
- ¿A dónde está Nina? – susurró Mauricio, que se estremeció cuando sintió el agua contra su piel desnuda
- ¿Por qué no comías lo que te enviaba?
- ¿Quién comería mientras está encerrado?
- Cualquiera… Luego de un par de días, yo comería
- Quería aprovechar p