56. Sin important
¿Puedes saber si alguien te ama con una simple mirada?
Ahí estaba Brian, con sus ojos verdosos cargados de tantas emociones que se volvían imposibles de descifrar todas. Se levantó, disculpándose con Mónica, porque yo había pedido hablar. Por un segundo, su mirada se desvió hacia Victoria y volvió a mí, con ese gesto tan suyo de «yo no he hecho nada».
—Claro, cariño, vamos. Yo te llevaré a algún lugar para hablar.
Tomó mi mano y atravesamos la propiedad. Sentí las miradas de su familia persiguiéndonos, cada una con una intensidad distinta. Oliver, embobado, parecía atrapado en una especie de ensueño; Jacob, con esa expresión indescifrable, no dejaba entrever nada; y Victoria… la mirada cortante de un águila, como si quisiera lanzarme al fuego y darme de comer a los perros.
No le di importancia. Solo Brian contaba. Caminamos hasta la arena, donde el olor salino invadió mis pulmones y el calor del sol se mezclaba con la brisa del mar. A pesar de la temperatura, mi mano no sudaba; la suya