27. ¿De qué hablas?
Por un segundo creí que Brian tragó en seco. Se levantó del asiento como si fuera un preso listo para ir a la silla eléctrica y necesitara una buena razón para no morir.
La rubia solo me sonreía, sin dejar de observarme de arriba abajo, haciéndome sentir aún más pequeña.
Yo la observaba de forma fría.
No dejaría que me rebajara con la mirada, no se lo permitiría.
Creí ver a Brian acomodarse el cuello de su polo, dejando escapar una sonrisa ligera. La misma sonrisa que usaba para cerrar un contrato cuando quería que todos se pusieran de su parte.
—Laurent, te presento a Victoria Chevalier —la señaló con una calma ensayada—. Es una amiga muy cercana que vino de Francia hace poco. Fue a estudiar moda, pues es una diseñadora muy conocida.
Pude verla pavonear sus pestañas. Estuvo a punto de gritar: “Admírenme, soy mil veces mejor”. No debió decirlo, todo lo expulsaba por los poros.
—Victoria, ella es Laurent Torres.
—Osito bobo… ¿y… ella es?
Arrastró la pregunta de forma para nada sutil. P