Una mirada perdida en mis pensamientos donde no sabía si esto era un sueño o era real. El sonido intenso del café llenó la cocina, era ese recordatorio de que estaba aquí. El olor denso se mezclaba como si fuera una nube a nuestro alrededor. Me acerqué con detenimiento apagando la cafetera. Me serví una taza, la cual tomé.

Intenté mantener la calma que a los hermanos Spencer les faltaba. Ser la base cuando su mundo parecía estar quebrándose, pero era complicado. Por casualidad escuché la conversación de Brian desde el otro lado de la puerta, pues por mi insomnio por los nervios, me levanté en cuanto él se levantó. Las palabras de Richard, Brian y su padre se habían tatuado en mi piel como un recordatorio de que nunca conocías las verdaderas intenciones de una persona.

Recordaba a su padre, un hombre sumamente amable, apacible, sereno. Tenía esa sonrisa de paz y usualmente hacía todo lo que le pidieran sin pestañear. Extremadamente familiar, por eso hacía las salidas Spencer. Brian mu