99. La maldad asecha
CAPÍTULO 99
Esmeralda deja a Gabriel en el sillón, en su casa, a donde condujo con Inés para desaparecer de ese lugar antes de estallar en mil pedazos.
—Quédate con él —le ordena a Inés quitándose el blazer, todavía enojada. Arranca a caminar hacia la oficina que le pertenecía antes a Carolina Bustamante, lanza la puerta y se encierra allí con llave. Respira una y otra vez con fuerza, desahuciada por completo, casi temblando, con los ojos abiertos. Sabe que esa mujer, Briseida, la vio. Y si la reconoció, entonces está frita. Ahora lo está.
Juan Pablo y Gladys junto es la condena al infierno para Esmeralda. Los separó alguna vez, lo puede volver a hacer. Pero ahora están más unidos que nunca, ahora es posible que Gladys haya reconocido a esa niña.
Sus planes se fueron por la borda.
No tiene escapatoria ahora. O eso es lo que creía. En primer lugar, puede convencer a Ismael de tomar lo que ahora le pertenece legalmente: Compañías Del Villarreal y así dejar a Juan Pablo en la call