98. Promesas importantes
—¿Conoces a Lilibeth? ¿Conoces a Briseida? —al principio Juan Pablo no entiende, tampoco lo sospecha. A Briseida la observa con la misma expresión de desconcierto.
Gladys sonríe un poco. Creía que podía mantenerse serena y no caer en la tentación de que la felicidad hiciera con ella lo que quisiera, tal como ahora. Ver a Juan Pablo ahora, cara a cara con la verdad demuestra que ambos cambiaron. Que ella cambió y no puede mentir ante eso. Gladys deja las manos de Juan Pablo y se acerca hacia la pequeña niña que espera por ella.
Briseida sonríe y se hace a un lado, saludando al señor Juan Pablo con la misma gracia de siempre. Entre sus brazos Esperanza encuentra el refugio que el destino había decidido que no tendría. Pero Dios decidió que sí. La bebé se acomoda en su regazo mientras se acerca a Juan Pablo y con una bella sonrisa, sus ojos se iluminan al encontrarlo.
—¿Sabes una cosa extraordinaria, cariño? —Gladys murmura con una sonrisa enorme, besando la frente de Esperanza. La n