CAPÍTULO 84

—Germán, ¿Qué haces aquí? —Gladys pasa por su lado a los segundos, guardando su teléfono en la misma cartera. No ha dado un paso a la puerta cuando Germán se entromete en su camino. Por ende, alza la vista. Y conseguir la mirada de Germán repleta de seriedad y que da un vuelco en el corazón—. ¿Germán?

—Hay algo que quiero mostrarte. ¿Puedo pasar contigo? —Germán pregunta.

La invade una sensación de incomodidad con él cerca, pero, ¿Por qué habría de dudar de él si es un amigo? No es lo mismo desde la última vez que estuvieron juntos, cuando el anillo que le entregaría no era ya para ella. Gladys asiente y entra a la casa. Tatiana no está pero los recibe Enriqueta. Germán sigue sin decir una sola palabra hasta que, con un poco de coraje, se gira hacia él y suspira, cruzándose de brazos.

—¿Está todo bien?

—¿Está todo bien contigo? —Germán repite la pregunta con las manos en el bolsillo—. Porque me parece que realmente estás muy bien.

—Estoy bien —ya entiende la molestia comp