59. No confíes, Gladys
Necesita tiempo.
Cuando Gladys escuchó lo que Germán propuso, se quedó helada durante unos momentos. Pero, cuando pudo recordar en qué situación se encontraba, Gladys cayó en la cuenta de que tenía que hacerlo; decirle que necesitaba tiempo.
Germán lo entendió. Y se marchó del lugar sin decirle algo más. Priscila se quedó junto a ella al igual que Fabiola y Tatiana salió luego del almuerzo al centro de Bogotá. Priscila se marchó entrada la tarde. Gladys está pensativa todavía en la sala, leyendo los documentos que trajo Tatiana sobre lo que pudo conseguir de su caso hace años atrás donde Esmeralda se quedó con los bienes de las Bustamante. Sus bienes. Pero no puede parar en pensar en lo que Germán le propuso. ¿Estaba bien? ¿Estaba mal? ¿O qué carajos está sucediendo?
¿Un matrimonio?
¿Salvar su reputación?
Frustrada Gladys respira.
El único hombre con quien siempre quiso casarse fue Juan Pablo. Enamorada como una tonta de él desde su adolescencia facilitó las uniones entre las dos fami