26. Alucinas
CAPÍTULO 26
Juan Pablo escucha con atención lo que Osvaldo y lo que su abogado el señor Lizardo le dicen mientras él camina y da vueltas por toda su oficina. Se dirigió aquí desde que salió ésta mañana del hospital. Si Gladys no lo quiere cerca lo entiende por completo. Lo que menos quiere ahora es buscar su odio irracional por él.
—Averígualo todo. Yo no voy a ir a un juicio sin sentido. Estoy siendo difamado y mi ex mujer sufre las consecuencias —le habla al abogado Lizardo—. Conoces que esta clase de difamaciones las sacan de antemano con el propósito de pedir dinero. Quiero saber quién carajo sacó esa transferencia de mi compañía. Me veré afectado yo y mi hijo. Lizardo, no dejes pasar más días.
—Necesitamos saber a cuáles manos llegó esa transferencia y cómo supo su señora ex esposa —el abogado se pone de pie con su maletín—. Podemos comenzar desde ahí. Podemos asistir a la clínica.
—No —Juan Pablo lo detiene—. Ella está débil ahora. No quiero molestarla con algo así y menos a