11. Sofocada
*Horas antes*
Desorientación. Dolor. Oscuridad. Los ojos se Gladys mientras se despertaba en un cuarto a oscuras lagrimearon y a su vez la ayudaron a enfocar el sitio. Sin saber dónde estaba o qué sucedía Gladys se apoyó en las manos y se inclinó para sentarse. Con la oscuridad ante sus ojos no pudo hacer mucho salvo empezar a gritar por el miedo.
—¡¿Ayuda?! —intentó ponerse de pie y cayó. Tosió ante el dolor infernal de cabeza y permaneció quieta unos segundos antes de gritar otra vez—. ¡Ayúdenme…!
Las horas pasaron y pasaron en el rincón de aquel cuarto trivial y sombrío con Gladys arrinconada por el tormento. ¿Qué había sucedido? Primero el cadáver del pobre Hilberto y ella tratando de luchar para salvarse, y cayó desmayada, no recordaba más nada. Sus manos golpeaban contundente la pared en busca de alguna puerta o ventana.
—¡Ayuda! ¡Sáquenme de aquí! ¡Ayúdenme! —repetía una y otra vez sin repuesta. El tiempo se detuvo para Gladys enfrentándose sola a una tiniebla—. ¡Ayuda, por fav