CAPÍTULO 48
IKER
Llegamos a casa de mis padres. No se imaginan la sorpresa que les tengo; se van a poner felices al saber que estoy de nuevo con ella.
—Espérame aquí —le digo a Danielita. Ella asiente con una suave sonrisa y nuestros labios se encuentran en un beso.
Entro a la casa y veo a mi mamá cocinando. La abrazo por la espalda y beso su mejilla.
Me mira con el ceño fruncido.
—¿Y eso?
Ríe.
—No más, ando feliz.
—Ya me di cuenta.
Me acerco a ver qué está preparando.
—Qué rico, tenía antojo de pozole.
—Ya casi está, siéntate.
—No es que… les traje a alguien, a una amiga —mi mamá me lanza una seria mirada.
—Iker.
Me río.
—Espérame, te la voy a presentar.
—Iker, no quiero a nadie aquí. Te lo dije una vez y te lo repito: no quiero que me traigas amigas a mi casa. Así que llévatela; no me interesa conocerla. De seguro ha de ser una loca como las ex que tuviste. —Me mira molesta.
—Mamá, shh, te va a escuchar.
—No me importa —niega con la cabeza—. ¿Así es como quieres conseguir el perdón