CAPÍTULO 71
IKER
Nos la hemos pasado muy bien; en la noche asamos carne y nos metimos a la alberca. Mi cuñado y yo conversamos de algunas cosas, recordamos cuando le ayudé a arreglar su carro de aquel entonces y reímos al evocar otras anécdotas.
Cuando fue la hora de dormir, cada uno se fue a sus habitaciones. Días antes, Gisell le había dicho a Danielita que compartiríamos cuarto con ellos, así que nos dirigimos a su habitación. Nos acomodamos en la cama para que Danielita descansara cómodamente por su embarazo, mientras ellos dormirían en el piso.
—Con estas cobijas en el piso vamos a dormir a gusto —le dice Gisell a Andrés.
—Sí, vamos a dormir cómodos —responde él.
Danielita y yo nos sonreímos; se pega a mi pecho, la abrazo y la caliento con mi calor.
—Me siento cómoda, se me está quitando el frío —me dice bajito.
—Sí, está frío el cuarto.
Asiente con una sonrisa en los labios. La tomo del mentón y le doy un pequeño beso en su boquita.
Estoy dormido cuando de repente la escucho sus