Capítulo 38: Cita fallida.
Elena ajustó el tirante de su vestido negro frente al espejo del ascensor. No era excesivamente elegante, pero tenía la caída perfecta, el escote justo y un tacón no tan alto que hablaba de sobriedad y coquetería en la misma frase. Un detalle que había aprendido a manejar con los años; el equilibrio. El cabello, suelto, con ondas suaves. Labios color vino, pero no tan marcados como para robar protagonismo a su mirada.
No podía negar que había nervios en su estómago, aunque intentara convencerse de que no era una cita “de verdad”. Era una simple cena para conocer a alguien que Julián, con su insistencia habitual, le había presentado como “un buen hombre”. Palabras que ya no significaban mucho para ella.
Respiró hondo. Era momento de avanzar. Dejar de pensar en Alexander.
Lo cual, por supuesto, era imposible.
El restaurante estaba lleno, pero no abarrotado. El murmullo de conversaciones y el tintinear de copas creaban un ambiente acogedor. Al fondo, un cuarteto tocaba jazz suave, y la l