Cuando Paz regresó a casa, no pudo evitar detenerse antes de entrar a su habitación.
La conversación con Terrance de esa noche todavía retumbaba en su mente, y necesitaba hablar.
—Gracias, Terry… lo que hiciste por mí hoy… ¡Fue increíble! —dijo con la voz temblorosa, intentando controlar el nudo en su garganta.
Terrance sonrió, su mirada suave, pero intensa, y tomó su mano, llevando su dorso hasta sus labios en un beso tierno.
—Haré todo por verte feliz, Paz… te amo, sé que antes dije que nunca, pero ahora sé que te amo de una forma que no había experimentado antes. Y ahora, voy a reconquistar tu amor, paso a paso.
Paz sintió su corazón acelerarse.
Esas palabras… ese simple "te amo"… habían sido lo que más había deseado escuchar, pero también el mayor conflicto que sentía en su interior.
El amor que Terrance le ofrecía ahora era diferente, era real, pero su pasado seguía presente, como una sombra al acecho.
—Terry… yo… —sus palabras se ahogaron, el dolor aún latente.
Él la miró, compre