Dafne
El miedo regresó casi de inmediato. Cuanto más miraba a mi alrededor en la habitación oscura, más aumentaba mi temor.
—¡Jordán! ¡¡Jordán!! —grité mientras intentaba salir de la habitación, pero no pude ver que había una mesa frente a mí, tropecé con ella y caí con fuerza al suelo.
Era ciega nocturna y no podía ver absolutamente nada. El recuerdo del incidente que provocó la muerte de mi madre volvió a mi mente. En ese momento, respiraba con dificultad. La puerta estaba cerrada con llave, y podía escuchar la música a todo volumen afuera de la mansión. Así que, no había forma de que alguien escuchara mis gritos.
¿El Alfa me atrajo a esta habitación oscura para encerrarme? ¿Por qué haría algo así? Sé que solo soy su criadora comprada, pero… ¿por qué hacerme algo tan cruel? ¿Meterme en mi peor miedo, la oscuridad? Eso era más que un castigo. Se sentía como la muerte misma.
Aún seguía tirada en el suelo, con la rodilla sangrando profusamente por la caída. El miedo se hacía cada vez m