REY DE OROS. CAPÍTULO 53. El siguiente paso
REY DE OROS. CAPÍTULO 53. El siguiente paso
Alaric conducía en silencio, con esa cara de estatua que usaba cuando tenía un as bajo la manga; y Costanza no paraba de mirar por la ventana, como si fuera parte de una misión secreta. Damian iba en el asiento trasero, nervioso, con la frente pegada al vidrio.
—¿No me van a decir nada? —preguntó al fin, rascándose la cabeza y mirando sus reflejos en la ventana.
—Cuando tu madre te echa de casa, necesitas un plan B —murmuró Alaric sin mirarlo, porque para hacerle entender al cien por ciento su realidad no podía ser débil.
El auto se detuvo frente a un edificio moderno de departamentos, con fachada limpia y ventanales brillantes. Damian parpadeó varias veces, incapaz de conectar la escena con su situación actual.
—¿Qué es esto? —murmuró, como si la pregunta se le escapara sola.
Alaric bajó primero, con pasos firmes, sin darle explicaciones, y los guio hasta el tercer piso. Allí abrió la puerta de un estudio de sesenta metros cuadrados; y el o