REY DE OROS. CAPÍTULO 40. "Mateo 5:39"
REY DE OROS. CAPÍTULO 40. "Mateo 5:39"
Alaric había mandado a hacer la prueba de paternidad en secreto, como un espía de telenovela que no quería que nadie le arruinara el plan. No confió en ningún laboratorio local, porque conocía a Alana y sabía que la mujer tenía la lengua larga y las uñas más largas todavía. Así que, con la calma de quien esconde un cadáver en el jardín, envió las muestras a un laboratorio en Houston. Nada de chismes, nada de filtraciones: solo él, los pelitos del casco y un sobre muy bien sellado.
Mientras tanto, Alana, que parecía tener un radar para detectar el mal humor de los demás, no demoró ni siquiera otros dos días en aparecer en su oficina, y por supuesto que lo hizo sin avisar. Entró a su oficina después de una incómoda pelea con su asistente, y entró a su oficina como si la alfombra roja la esperara, con ese aire de reina destronada pero todavía peligrosa.
—Vine para acordar la fecha, la hora y el laboratorio de la prueba de paternidad —dijo, apoyándos