REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 4. Una mujer educada
REY DE CORAZONES. CAPÍTULO 4. Una mujer educada
Tristan escupió el trago antes de siquiera tragarlo. El sonido fue tosco y rompió el silencio que había quedado flotando entre ellos, mientras él la miraba espantado, con la expresión de quien acaba de oír algo imposible.
—¿Qué dijiste...? —preguntó, con la voz ronca y el vaso medio temblando en la mano.
—Que soy virgen —repitió ella, sin apartar los ojos.
No parecía avergonzada. Ni siquiera incómoda. Solo… estaba exponiendo un hecho.
Tristan pasó saliva como si se estuviera ahogando y maldijo por lo bajo mientras le daba la vuelta a la silla y la soltaba de inmediato, como si la hubiera tocado con fuego. Dio un paso atrás, completamente desconcertado y sirvió dos tragos más.
—Me estás jodiendo ¿verdad? No… no puede ser. No te expresas como una mujer virgen —balbuceó, mirándola como si necesitara comprobar si decía la verdad.
Pero ella sonrió apenas, con esa calma elegante que parecía ser parte de su piel.
—La experiencia en la cama es u