CAPÍTULO 60. Los últimos minutos
CAPÍTULO 60. Los últimos minutos
Ulises estaba al borde del colapso. Tenía los ojos encendidos y la mandíbula tan tensa que parecía que iba a romperse los dientes de la rabia.
—¡Eres un malnacido! —espetó con los puños apretados, quizás más furioso todavía al darse cuenta de que le había entregado en bandeja a la millonaria y que la jugada no le había salido como él esperaba—. ¡Un miserable! ¡Vas a pagar por todo el daño que estás haciendo!
Rowan lo miró con esa sonrisa torcida que siempre usaba cuando sabía que tenía la ventaja.
—Sí, ya sé —respondió con una tranquilidad que solo lo enfureció más—. Ya todos me recordaron que voy a morirme. Así que tranquilo, pagaré por todo. Pero me voy a morir feliz, sabiendo que los dejé en la ruina. Que no podrán conservar ni la mansión Harrelson. Así que, por favor, disfruta tu última noche allí, sobrino.
Las palabras fueron un puñetazo directo al estómago. Ulises dio un paso atrás, desconcertado, como si recién comprendiera la magnitud de lo que