CAPÍTULO 61. Gritos y refugios
CAPÍTULO 61. Gritos y refugios
Raven lo miró fijamente, como si intentara leerle el alma. Había algo en la expresión de Rowan que la inquietaba: una mezcla extraña entre serenidad y tormenta.
—¿Sabes qué? —le dijo con voz suave y coqueta mientras se sentaba en su regazo y cruzaba los brazos detrás de su cuello—. Pase lo que pase hoy… vamos a estar juntos. Y me encantará llevarte a vivir a mi casa.
Rowan la observó en silencio por un segundo, y luego sonrió con esa curva pícara de sus labios que a veces era lo único que necesitaba para sentirse invencible.
—Estoy de acuerdo —respondió con tranquilidad—. Pero esta noche tenemos una fiesta muy especial. Después de eso… soy todo tuyo. Llévame a donde quieras, hazme lo que quieras…
—¡Uy, no me des esa libertad, que mi imaginación te puede sorprender! —lo provocó sonriendo también, aunque por dentro la ansiedad le retorcía el estómago.
Aun así, decidió que fuera lo que fuera lo que Rowan había planeado para esa noche, confiaría en él. Si al