Al llegar al departamento, Noe ya lo estaba esperando en la puerta del edificio cubierta con un largo tapado. Gaby sabía que debajo de ese tapado iba a encontrarse con alguna prenda que dejaba muy poco a la imaginación, eso le daba una mezcla de celos al saber que otros hombres iban a verla y de morbo al saber que era muy poca ropa lo que iba a encontrar bajo ese gran tapado.
Noe corre hasta la camioneta sin dejarle tiempo a Gaby para que pueda bajar y abrirle la puerta, no sabía por qué quería hacer eso si jamás lo había hecho antes, al menos que sea para sus hermanas de corazón. Pero esas ganas estaban ahí y lo sabía. Sin darle más vuelta al asunto, observa como Noe se acomoda a su lado y frota sus manos por el frío. Tenía la nariz roja y la piel más pálida que lo normal.
—¡Es hermosa! — piensa sin dejar de observarla, deteniéndose un poco más en los labios llenos y rojos.
— ¿Qué pasa? —pregunta un poco intimidada al ver como Gaby la miraba con hambre.
—Nada —murmura él llevando to