Noe, todavía envuelta en la toalla, se sienta en el borde de la cama, con la vista clavada en la puerta que segundos antes, Gaby había cruzado, mirando sin ver, perdida en todo lo ocurrido con ellos, desde el primer día en que se conocieron, ese día en que discutieron por el estacionamiento y en donde en silencio se declararon la guerra. Recuerda como de a poco sus peleas se volvieron más intensas, pero de alguna manera que no entendía esa efímera situación entre ambos de a poco le comenzaba a gustar hasta el punto de llegar a acostarse con él. La joven repasa cada momento junto a Gaby en su cabeza tratando de descifrar que había pasado entre ellos para que llegaran tan lejos, pero a pesar de ser tan inteligente cuando se trata de un asesinato o algún crimen, no podía descifrar lo que pasaba entre ellos.
—Deja de darles vuelta a todo esto —habla Gaby entrando en la habitación con una bandeja en las manos. Ella lo mira y él opta por sentarse a su lado dejando antes la bandeja con el de