Mundo ficciónIniciar sesión— No, estoy bien. No quiero que traigas nada de tu hogar — Dijo Sujhan, casi susurrando.
— ¿Mi hogar te recuerda dónde te tenían? Si es así, me disculpo — Dijo él, suavemente.
Sujhan dejó de comer, guardó las papas restantes y las tapó con hojas grandes, con los ojos vidriosos.
— Entiendo… pero no dejes de comer. Necesitas reponer fuerzas, o te enfermarás. Puedo traerte la comida en un vehículo si eso te hace sentir más segura — Propuso Andy.
— Está bien… ahora déjame en paz. Te quiero lejos de mí. No es por ingratitud, simplemente no quiero relación alguna con las personas de mi clan, con magia o sin ella— Respondió Sujhan.
— Por ahora me conformo con que aceptes algunas cosas básicas. Iré a traerlas — Dijo él, resignado.
— Haz lo que gustes. Ahora debo irme. Y como no respetas la privacidad, me da igual si entras o no — Dijo ella, levantándose.
— ¿Dónde piensas ir? — Preguntó Andy.
— Al centro, a conseguir unas cosas que necesito — Contestó.
— ¿Te puedo acompañar? — Insistió él.
— Prefiero ir sola. Espero que comprendas — Respondió.
— Bien, traeré lo que necesites — Dijo Andy, aceptando.
— Gracias… y discúlpame si ayer reaccioné mal — Dijo Sujhan.
— Espero lograr que cambies de opinión, Sujhan — Murmuró Andy.
Sujhan salió, se acercó a un árbol y pidió que se construyera un pequeño granero. Mientras se armaba, continuó su camino hacia el centro y entró en un local, enfocada en sus necesidades, ignorando todo lo demás.
— Buenas, ¿Eres la nueva? —
— Soy Sujhan, y venía a comprar una gallina y un gallo, por favor — Respondió ella.
— Soy Mario, será un gusto — Dijo el tendero.
— Gracias, Mario. ¿Cuánto sería? —
— Son tres monedas, pero si me das dos, te doy alimento suficiente para un mes. Espero que te sea de ayuda — Propuso él.
— Le agradezco mucho su ayuda — Dijo Sujhan, tomando la caja con los animales y el alimento.
Luego entró a una tienda de telas y ropa — Buenos días — Saludó.
— Buenos días. Soy Sandra, ¿Eres la nueva? — Preguntó la vendedora.
— Sí, me gustaría comprar telas y un juego de costura. ¿Cuánto me costaría? —
— El juego de costura cuesta una moneda, y por otra moneda puedes elegir tres telas a tu gusto — Explicó Sandra.
— De acuerdo — Aceptó Sujhan.
Eligió una tela verde limón, una negra y otra celeste, además de encaje, algodón, elástico, ligas, botones, cremalleras y telas elásticas de colores piel y azul.
— Serían tres monedas y media. Este juego trae todo lo necesario y además una mini máquina de coser manual. También te doy estas canastas de mimbre, las necesitarás para la gallina — Añadió la vendedora.
— Muy amable, gracias — Dijo Sujhan, tomando las compras y los animales.
Notó una tela gruesa, ideal para el invierno — ¿Cuánto cuesta? — Preguntó.
— Media moneda — Respondió Sandra.
— Me la llevo — Dijo Sujhan, satisfecha.
Al regresar a su casa, encontró que Andy ya había dejado una cama para dos personas, sábanas, utensilios de cocina, platos, vasos y cubiertos. Afuera había una estructura para almacenar agua y un camino hacia el granero, donde colocó las canastas con paja para el gallo y la gallina.
— ¿Tienes hambre? — Preguntó Andy.
Sujhan se asustó y se volteó rápidamente — Sí — Respondió con un hilo de voz.
Andy respiró hondo, fingiendo una sonrisa para no alterar la situación — Iré a traerte las cosas. ¿Te gustan la cama, los utensilios y la estructura de agua? —
— Me gusta, gracias — Contestó ella, bajando la cabeza al notar sus ojos verdes y su parecido con Norberto.
— No soy él. Te lo aseguro, nunca te haría daño — Dijo Andy, riéndose suavemente mientras se alejaba para darle espacio. Sabía que su parecido con su hermano era un gran problema y debía ganarse su confianza poco a poco —Te traje los pescados — Continuó él, con un leve intento de sonrisa— Y por mi culpa se te escapó el que tenías—
—Gracias. ¿Ya colocaste todo lo que querías en la casa? — Preguntó Sujhan, evitando mirarlo directamente.
—Aún me falta un par de sillones. Los dejé donde Maynor; iré a traerlos pronto —Respondió Andy.
—¿Solamente eso te hace falta? — Inquirió ella, desconfiada.
—Lo preguntas para que me vaya, ¿Cierto, señorita? — Replicó él, sonriendo con malicia.
Sujhan tomó los pescados y los puso en la parrilla, preparando las papas con mantequilla. Andy entró con un sillón y observó los aromas con admiración.
— No sabía que cocinas — Comentó él.
— Aprendí joven — Respondió ella con sencillez.
Cuando el pescado estuvo listo, ambos comenzaron a servirlo. Andy probó un bocado y sonrió.
— Está delicioso. ¿Quién te enseñó? — Preguntó.
— Mi papá, nos gustaba acampar y cocinar juntos — Respondió Sujhan, con una sonrisa nostálgica.
— Debiste ser muy apegada a él — Dijo Andy— Siempre hablas de tu papá —
— Sí… me dolió mucho cuando lo asesinaron — Susurró ella.
— Lo lamento. ¿Tienes más hermanos? —
— No, solo yo — Contestó Sujhan, mientras ambos comían.
— ¿Siempre has sido así? Cortante, distante… — Preguntó Andy.
— ¿De verdad soy arrogante? — Dijo ella, tomando los platos para limpiarlos.
— Creo que es porque me comparas con aquel hombre que te agredió. ¿Me parezco mucho a él? —
— Eres similar… pero lo único que te diferencia son los músculos — Dijo ella, con franqueza— Tienes una personalidad parecida y ayer me asusté mucho; por un momento pensé que también me golpearías —







