Mundo ficciónIniciar sesión— Ya lárgate. Yo sabré lo que hago — Dijo Andy con frialdad.
Royer abrió una dimensión y se fue, lanzando un último vistazo a su hermano, sorprendido por su seriedad y enojo; por lo general, Andy era más relajado. Lo ignoró y desapareció.
Andy suspiró, lamentándose por la muerte de Kemblin y repasando mentalmente todo lo que su hermano había dicho. Debía resolver primero su relación con Sujhan y, luego, investigar con cautela si lo comentado por Royer era verdad… y qué tan probable era que ocurriera.
Abriendo un portal, Andy se dirigió al centro de la ciudad principal. Al llegar, ingresó a la sala del conocimiento, donde comenzó a buscar libros antiguos, en especial aquellos relacionados con la familia principal.
— Andy, quiero conversar contigo — Dijo John, apareciendo junto a él.
— John, ¿qué necesitas? — Preguntó Andy, sin apartar la vista de los tomos.
— He corroborado lo que hablamos y es correcto. Pero dime, ¿Por qué no lo has denunciado? — Insistió John.
— No hay pruebas, y además sería motivo suficiente para que me tachen de traidor —Respondió Andy.
— ¿Cómo puedo ayudar a mi matriarca? — Preguntó John.
— Solo necesita quitarse esa joya para liberarse. Pero mi padre no puede darse cuenta; habrá que reemplazarla por una réplica o que ella misma la quiera cambiar. Ahora mismo, ella no es mi prioridad — Dijo Andy, concentrado en los pergaminos.
— ¿Qué buscas aquí? — Interrogó John.
— Información sobre la familia principal, pero parece que no hay nada relevante — Dijo Andy, frunciendo el ceño.
— No la encontrarás aquí. Esa información solo los jueces podemos acceder a ella —Explicó John.
Andy hizo una pausa, evaluando la situación — Dime algo… si un miembro de la familia principal tiene un amante fuera del matrimonio y ella queda embarazada, ¿Funcionaría la magia de la familia principal, aunque la pareja se congele en el tiempo, siempre que se reconciliaran? —
— La magia solo se transfiere cuando la persona se enamora de verdad de quien elija. Lo importante es que el hijo primogénito pertenezca al descendiente con la marca —Respondió John con firmeza.
— Entonces, si alguien de la familia principal se casa, pero se involucra con otra mujer y ella queda embarazada, aunque te enamores de ella… —Andy dudó un instante.
— Sí. Ella será la dueña de tu magia y el hijo será el siguiente heredero, dejando a la esposa sin derecho sobre la magia — Aclaró John.
— Comprendo. Por eso papá está desesperado buscándola. Esto solo aplica si ella se enamora de Norberto — Dijo Andy, reflexionando.
— Exacto. Lo que importa es el amor del heredero o heredera — Confirmó John.
Andy bajó la mirada, recordando a Sujhan — Dime algo de ella… ¿Siempre fue arrogante e insoportable? No la recuerdo así — Preguntó.
— Para nada. Es cariñosa, simpática, sencilla… muy linda y fácil de tratar — Respondió John.
— ¿Por qué, si la amabas, la dejaste casar con Norberto? — Preguntó Andy, serio.
— Era lo mejor para ella. Al ser de la segunda familia principal, con su hermano y el patriarca asesinado, estaría más protegida unida a esa familia — Dijo John, con tono firme.
— ¿Sabías que mi hermano le quitó la magia y la golpeó gravemente? — Inquirió Andy, con el ceño fruncido.
— No. No tenemos registro de ese procedimiento — Contestó John sorprendido.
— Deberías investigarlo. Parece que no se validó la muerte del patriarca, y necesitamos identificar quién ejecutó ese hechizo prohibido sin procedimiento. Si encontramos evidencias, podremos recuperar su magia a tiempo — Explicó Andy.
— Necesito saber cuándo ocurrió — Dijo John.
— Ella me comentó que fue un año después de su matrimonio. Solo llegaron y realizaron el procedimiento — Precisó Andy.
— Me ocuparé de eso y comenzaré la investigación — Respondió John.
— Bien, gracias por aclarar mis dudas — Dijo Andy, relajando un poco la tensión.
— ¿Piensas enamorarla? — Preguntó John con curiosidad.
— No. Me odia y lo que necesito es que recupere su magia y que disminuya su odio —Dijo Andy, mirando los libros que llevaba consigo.
— Entiendo. De verdad, ella es muy linda cuando la conoces — Comentó John.
— La Sujhan que recuerdo es un amor de persona. Gracias, nos vemos — Dijo Andy.
Abrió un portal y se llevó los libros a su hogar. Necesitaba preparar los primeros hechizos para ayudarla a recuperar su magia y limpiar el odio que tenía acumulado. Luego, se recostó un momento, planeando cómo conversar con ella por la mañana para reparar la discusión del día anterior.
Poco a poco, los rayos de luz comenzaron a iluminar el rostro de Sujhan. Al despertar, notó la cobija sobre ella; Estaba tejida con hilo de araña, fina pero cálida.
Recogió sus cosas, colocó un par de papas en la chimenea y salió a recoger agua. Mientras lo hacía, un pescado cayó en su tazón; parecía perfecto para el almuerzo.
— Hola, buenos días — Dijo Andy, apareciendo detrás de ella.
Sujhan se sobresaltó, soltando el envase. El pescado regresó al río y ella observó con tristeza cómo se alejaba. Tropezó al incorporarse y, sin siquiera mirarlo, se marchó hacia la casa, silenciosa.
— Quiero disculparme por lo de ayer. Estaba preocupado por ti y no debí reaccionar así—Dijo Andy, siguiéndola.
Ella ya había sembrado todas las verduras y entró a la casa, cerrando la puerta y las ventanas. Se cambió de ropa, puso a hervir agua y preparó las papas para comer, sentándose luego en la mesa que los elfos habían creado para ella.
Andy, al verla, sintió molestia y utilizó su magia para transportarse dentro de la casa y conversar con ella.
— Aunque te encierres, puedo entrar. Eso no nos limita, preciosa — Dijo, serio pero calmado.
— Andy, escucha. El patriarca de los elfos, Xufon, me ha permitido estar aquí bajo la condición de que no los involucre si pasa algo conmigo. Ayer las hadas presenciaron nuestra discusión y no quisieron ayudarme. Te pido que te vayas. No quiero más inconvenientes con los demás clanes; muchos de ellos serán necesarios para mi supervivencia — Respondió Sujhan, firme.
— Comprendo y lo lamento mucho. Puedo explicarles que fue mi error y no el tuyo. Solo quiero ayudarte a que tu estadía aquí sea cómoda y segura. No quiero hacerte daño; quiero que recuperes la confianza en los que te rodean — Dijo Andy, sentándose frente a ella.
Sujhan lo miró, cansada y nerviosa, con los ojos que reflejaban tensión.
— De verdad quiero que te vayas. Si llego a necesitarte, te buscaré. Por ahora, solo quiero paz — Contestó, bajando la cabeza.
— Al menos déjame traerte lo básico para sobrevivir aquí — Insistió Andy.




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