Capítulo: Una promesa de despecho.
El abuelo bajó del auto con el rostro arrugado por el dolor. Abrió los brazos y Ellyn se lanzó a ellos. Apenas sintió su calor, se desmoronó. El llanto brotó como una herida abierta, incontenible.
Había tratado de ser fuerte, de mantenerse entera, pero la tristeza la desbordaba.
—Abuelo… —sollozó—. ¡Lo siento tanto! ¡No quería perderla!
Él la apretó contra su pecho con ternura, besándole la frente entre caricias que intentaban sanar lo que era irremediable.
—No es tu culpa, hija. La abuela estaba enferma… esto iba a pasar tarde o temprano. Nos amaba, te amaba a ti. Y yo… te necesito más que nunca. No te vayas, quédate conmigo, por favor.
Ellyn sacudió la cabeza con suavidad. Su voz se quebró.
—No puedo quedarme… no después de todo.
La mansión Durance apareció ante ellos como un fantasma del pasado. Apenas cruzaron el umbral, se encontraron con Melissa.
Detrás de ella, Federico empujaba una silla de ruedas donde Samantha, pálida y vendada, fingía fragilidad.
Una enfermera las seguía com