En el hospital
Ellyn corría por los pasillos del hospital con su hija en brazos. Sus pasos eran rápidos, desordenados, como su respiración.
No soltaba a Asha por nada del mundo. La pequeña lloraba desconsolada, con sollozos que le desgarraban el pecho a su madre.
Pero Ellyn se negó a dejarla, a entregarla a nadie. Tenía un miedo profundo, irracional, pero visceral, de que si la perdía de vista por un solo segundo… algo terrible ocurriría.
Ella ya había perdido demasiado.
Delante de ellas, la camilla con Federico se alejaba entre puertas blancas, empujada por médicos y enfermeros con bata. Las luces del techo se reflejaban sobre su piel pálida.
Ellyn apenas logró verle el rostro antes de que desapareciera por la puerta de urgencias. Estaba inconsciente. Había tanta sangre… y en posición bocabajo.
—Papito… —murmuró Asha con una vocecita temblorosa, alzando la mano como si pudiera alcanzarlo. Luego se derrumbó sollozando en el pecho de su madre.
Ellyn la estrechó con fuerza, con una ternu