Sobre lo que sucedió antes en el balcón de la mansión de Bastián, cuando Marcus la abrazó, fue un inocente momento de consuelo, ella lo vio así.
Y claro, este pudiera ser un pequeño y bobo beso en la mejilla sin significado, pero eso no dejaba de ponerla nerviosa, sobre todo porque ahora las circunstancias entre Marcus y Carmen, habían cambiado.
Primero, ahora estaban solos en el apartamento de Marcus y segundo, ahora Carmen era consciente de que esa no era la única muestra de afecto qué recibiría de Marcus ahora que ella era su prometida.
Marcus salió de la habitación, dejando a Carmen sola y aturdida, sin embargo, ella estaba tan cansada que fue incapaz de seguir pensando en todo lo sucedido, pues en poco tiempo Carmen ya había conciliado el sueño.
Y hubiera sido muy bueno que su cuerpo y su subconsciente, desde ya, reconociera el nuevo lugar en la vida de Carmen y su nueva posición social como la prometida de Marcus, pero no fue así.
Pues aun con todo el cansancio del día ante