ADAM
El grito salió desde lo más profundo de mi.
Impactado, sentía un agujero profundo en mi pecho, un dolor sin expresión física.
Esas últimas fuerzas que pude soltar me robaron toda la energía, pero el punto de mi enfoque y las esperanzas, fue el rostro asustado y resignado de mi Holly.
Cuando ella desapareció de mi vista, no me importó si yo me desangraba.
—Tengo que… ella—protesté apenas despegar los labios.
Sentía el auto alejarse y unas manos rápidas y toscas colocándome vendajes, sentí un pinchazo en el cuello. Se escuchaban los fuertes impactos contra los vidrios, en el armazón del auto.
—Holly—mascullé, el chocar de mis dientes hizo que me doliera la cabeza.
Mi cuerpo estaba flojo, demasiado débil, me esforcé por tener abiertos los ojos, “Por favor, amor, abre los ojos” escuchaba las palabras de Holly.
Me aferré a ella, a la cantarina voz que me mantenía flotando, trayendo conmigo su rostro. Perdí la noción del tiempo, cuando menos me lo esperé ya estaba en otro lugar, apenas podía escuchar bien a las personas, creo que ya estaba con los doctores.
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—Adam—Holly me sonrió anchamente, sus mejillas regordetas estaban tintadas de carmín.
Mi corazón latió inquieto.
¿Cuándo fue que perdí la cabeza por ella?
Aquella imagen de su sonrisa desapareció, se distorsionó cambiando su rostro por uno completamente diferente, sus ojos grandes estaban cristalizados, toda ella estaba agazapada, pasmada:
—Sabes cómo debes comportarte, como si estuvieras loca por mí, como si me amaras—las palabras salían de mi boca sin poder contenerlas, ¿qué es eso? ¿Por qué estoy diciendo esto? — ¡Como si pudieras amar! —me estremecí, era una pesadilla, estaba repitiendo el pasado, pero no puedo contener lo que digo. No quiero que tenga ese rostro, está aterrada de mi— ¿quieres llorar? —aquella burla no hizo más que hacerla agitar— Eres tan patética.
¡No!, no quiero decirlo, no quiero seguir escuchando eso, no quiero que ella tenga ese rostro por mí.
—¡Déjame!
—¿Cómo es posible que te pongas así con un beso? —¡Ya no hables! ¡no sabes lo que dices! —, eres una zorra, deberías disfrutarlo.
¡Eres un estúpido Adam!
Ella temblaba, al borde del pánico.
—Te odio—Apenas pronunció aquellas palabras, mi cuerpo se sintió incómodo.
No, no quiero que me odies.
No quiero que sufra más por mí.
Le he hecho tanto daño… me merezco esto, merezco revivir cada una de las cosas aberrantes que le hecho para pegarme de latigazos en la espalda por todo lo que hice.
¿Podré tener el resto de mi vida para compensar el pasado?
Si algo le sucede a ella voy a volverme loco.
Si yo falto nada importará, no puedo soportar la idea de vivir sin ella.
Abrí los ojos, la luz blanca hizo que achicara los ojos, sentí una punzada estremecedora en la frente. Jadeé cuando mis ojos se acostumbraron a la luz, el sonido apenas perceptible de las maquinas a las que estaba conectado, quise moverme, pero sentía la cabeza pesada al igual que el resto de mi cuerpo.
Fue cuando me di cuenta que no estaba solo.
—Intenta no hacer movimientos bruscos—masculló Eros.
Respiré profundo.
—¿Dónde está Holly?
Él apretó los labios, sacó su celular mostrándome un mapa con la ubicación de un punto rojo.
—Papingo—contestó, contuve el aliento—, esperan al equipo de extracción.
—¿Por qué diablos está ahí? ¿Por qué demonios están tan lejos?
—Al parecer fueron perseguidos, el agente Bonhuer tuvo que trazar una nueva ruta, pero ha estado reportándose, el equipo de extracción llegará en la madrugada.
—¿Ella está bien?
—Sí, no hay lesiones graves.
Lesiones graves… entonces puede que si esté lastimada.
—¿Cuándo falta para que estén aquí?
—Cuatro horas—fue preciso—. Pero, si ella está de regreso, lo que tienes que hacer es estar tranquilo, llegará bien, así que no te preocupes.
Negué con la cabeza, el movimiento hizo marearme demasiado.
—No puedo estar tranquilo… fui por ella y mira en lo que terminó—jadeé exasperado—. Lo arruiné.
Eros resopló.
—¿Cuántas veces más tengo que consolarte? fuiste por ella sabiendo los riesgos, fue tu decisión, así que no estés lloriqueando como niño.
—Que cruel eres—bufé.
—Como sea, siempre tengo que arreglar tus metidas de pata, el equipo de extracción la traerá de vuelta, sana y salva, sin que te metas en donde no te importa—me sentí ofendido y regañado por él—. Ahora, hay algo que debo discutir contigo.
—¿Es sobre mamá? ¿Dónde está?
—Está bien, no le dije que ya estabas aquí para no alterarla, está con Dakota.
—¿Dakota? ¿Qué hace ella aquí?
Eros se cruzó de piernas.
—Dakota fue secuestrada por Pearce, hasta que Nicholas la sacó de ahí, estaba en Creta.
—¿Nicholas? —exclamé confundido—, pero si él está de lado de Pearce.
—No puedo saberlo con exactitud—frunció el ceño—, según Dakota, él estaba siendo torturado por Pearce, pero fue el mismo Nicholas quien llegó a rescatarla.
—Como un príncipe de cuento.
Me ignoró.
—También mencionó que Sadie los abordó.
Me quedé helado.
—¿Sadie?
—Sí, le dijo a Nicholas el cómo se zafó de tus guardaespaldas y para quien trabaja en realidad, además de que…
—¿Qué?
Se aclaró la garganta y se removió en su lugar.
—Le recordó la relación que tenía con él.
Sentí un poco de frio en la columna vertebral.
—¿Re…relación?
—Al parecer Sadie estuvo divirtiéndose con ustedes, no solo con padre, sino que también con Nicholas.
No sentía nada por Sadie, pero tampoco quería imaginar a lo que estaba jugando, ella con los tres, es aberrante. Preferí no enfocarme en ellos.
—Pero… ¿por qué los abordó?
—Bueno, en realidad estaba intentando lastimarlos, dijo que trabaja para Pearce.
Me recargué en la almohada.
—¿Hay alguien que no trabaje para él?
—No es seguro saber, cualquiera podría trabajar con él, incluso Dakota lo hizo.
Cerré los ojos y respiré profundo.
—¿Cómo?
—Dijo que Pearce la hizo colocar los documentos en tu despacho…
—Lo sabía.
—Además de ser la responsable por el incendio del departamento de archivos en Chicago, fue entonces cuando Peace se la llevó.
Solté un fuerte suspiro.
—¿Y confías en todo lo que dijo?
—Me parece algo neutral, lo que dijo puede ayudar, pero ahora no servirá de nada.
—¿Dónde está?
—En una habitación con mamá.
—¿Y te atreviste a dejarla sola con ella?
—Están aseguradas, al igual que nosotros—me miró presumido—, yo si soy precavido.
—Avísame cuando Holly este aquí, quiero verla.
Lo más pronto posible.
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NOTA DEL AUTOR:
¡Estoy viva!
Sobreviví a la primera semana de clases, así que puedo hacerlo con las siguientes semanas.
En fin, hola de nuevo, comenzamos fuerte con esta preciosa historia.
¿A donde vamos a parar?
¿Qué pasara con nuestra Holly?
HOLLYCuando al fin pude salir del baño, encontré ropa abrigable, ¿Dónde la consiguió? no tengo idea.Dominic no estaba en la habitación, me vestí rápidamente, por si llegaba. Luego me senté en el borde de la cama mirando hacia la ventana; no sabía la hora que era, habíamos pasado mucho tiempo de viaje y aun no sentía la realidad del tiempo. Quizá ya era de noche, enormes volutas de nubes oscurecidas estaban sobre este pueblo; me abracé las rodillas consolándome.Ahora mismo podría haber estado tomando un vuelo con mis hijos y mi familia hacia México y no pasar este infierno. En un lugar que no conozco, con alguien que tampoco conozco, intentando salvar mi vida.Triste, seguí mirando por la ventana, fuera unos chispazos blancos caían adormecidos al suelo. No me gustaba la nieve, significa que hace el suficiente frio como para morirse y yo no quiero eso.Escuché un fuerte estruendo, me sobresalté, me quedé atenta.Otro estruendo sacudió la pared, mi corazón se aceleró, escuché el eco d
DAKOTAInquieta me pasee una y otra vez por la habitación, nerviosa.—Dakota, por favor, tienes que calmarte—me decía Cherise.Negué con la cabeza.—Es que cómo pudo hacerme esto ¡Ese imbécil va a pagármelas!Cherise soltó un bufido.—Ese imbécil es mi hijo—masculló.Me dejé caer en la cama de nuevo, sin sentir un poco de remordimiento por haber ofendido a su hijo.—¿Cómo pudo hacerlo? —repetí furiosa—¡dejarnos a las dos!Cherise se levantó de su lugar y vino hacia mí para sacudirme por los hombros.—Mi hijo intenta cuidarlas—su semblante se entristeció y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas—. Las ama demasiado como para dar su vida por ustedes—lloró—, él es mi hijo—tomó aire—, él también es mi bebé.Sostuvimos la mirada, la tensión era asfixiante, ella también sufría y yo estaba siendo deliberadamente tonta. Es cierto, ahora, ambas somos madres, me había puesto como loca cuando Nicholas mencionó el separarme de mi bebé, no puedo imaginar la angustia de ella, al saber todo lo qu
NICHOLAS, UN PAR DE DÍAS ATRÁS.—Ya me están doliendo los nudillos por golpear a este bastardo—se quejó Dao.—Esto es aburrido—el otro tipo chascó la lengua bajando las cartas frente a él—, el jefe se fue, ¿por qué seguir aquí? —arrojó las cartas a la mesa.—Vete si quieres, yo me quedo hasta que mis nudillos se destruyan.El otro tipo tomó de su chaqueta una cigarrera.—Nos vemos en la noche, te relevaré—luego salió de la habitación.Esperamos a que se escuchara salir de la casa.—Jefe, es hora.Me deshice del nudo suelto de las muñecas y Dao se encargó de soltarme los pies.—¿Tienes todo? —me sobé las muñecas.—Si—tomó de debajo de la cama un maletín, lo colocó sobre esta y lo abrió.Dentro había ropa limpia y un par de armas.—Jefe… lamento haberlo golpeado tanto.—No te mataré si es lo que piensas—Respiró aliviado—¿Dónde está Pearce?—En Creta, ha pasado unos días ahí, pero recién recibió una llamada de Rhodes, le advirtió que la Interpol está buscándolos—me quité la camisa mancha
HOLLY—Despierta—Dominic me sacudió el hombro.Me erguí rápidamente, la vista nublada y la mente turbada.—¿Qué pasa? —me cubrió rápidamente la boca.Me sobresalté. —Sh, están aquí.Sentí un fuerte estremecimiento, apreté los labios.Agucé el oído, yo no escuchaba nada, pero, de alguna manera ese silencio era inquietante.Dominic me apretó junto a él, escrutando a hurtadillas la por la cortina de la ventana a nuestras espaldas.Mi mente me gritaba desesperada que quería desaparecer. —Nos iremos por la ventana del baño—musitó en mi oído, asentí, atenta—, debes correr hacia la parroquia que vimos antes de llegar aquí, ¿entiendes? —volví a estremecer, el pecho me dolía por la respiración agitada—. Espérame ahí, estaré tras de ti—Mis ojos se volvieron hacia la joven que estaba recostada en la cama; Dominic frunció el ceño y negó con la cabeza—. Debemos dejarla, nadie la busca a ella correrá más peligro con nosotros.Es una niña sola, ella no tenía a nadie ¿Cómo podía dejarla en tal es
HOLLY —¿Por qué te escondiste aquí?De entre aquel resplandor, el rostro de la persona no era visible, pero, no necesitaba verlo para reconocerlo por la voz.—T…tu—mi voz apenas fue un hilo de aliento.—Vámonos, te sacaré de aquí.Se acercó a nosotras, entonces ya podía ver su rostro.Nunca pensé que me sentiría aliviada al ver el rostro de Nicholas, la persona a quien no esperaba ver, pero, aun así, no pude evitar echarme hacia atrás. Por todo lo que he escuchado de Nicholas no sería nada bueno que él estuviera aquí.—¿Dónde está el agente Bonhuer?Nicholas me miró entrecerrando los ojos.—No es momento de dudar—presionó—, vámonos…Alguien se coló por el umbral de la parroquia.—Hora de irnos, muñeca—era Dominic.Viendo que Dominic estaba al lado de Nicholas no me quedó más remedio que aceptar irnos con ellos.Miré hacia atrás a la aterrada Rory.—¡Vámonos, ya! —rugió Nicholas saliendo del lugar.—Vamos—le hablé con calma a ella—iremos al hospital.—¿Estás segura?—Sí, lo juro.Dudó
NICHOLASNo es difícil entender a esta mujer.Para ella soy un ser vil, un monstruo que intenta arrancarle lo más preciado que tiene. Pero prefiero mil veces que me odie de esa manera.Necesito sentirme odiado por alguien más que no sea yo, lo necesito para tener valor para lo que voy a hacer.Holly terminó de sacar su ira sobre mí, pero en sus ojos pude ver que se había arrepentido de haber soltado sus últimas palabras “Patético”Lo soy, terminé siendo un patético hombre de terribles decisiones.—Tienes toda la razón, preciosa—le sonreí.La vi tragar en seco, se replegó en el respaldó y no volvió a decir más. Si de verdad tenía sentimientos por Adam, lo que le dije lo dejaría pasar.La intensa mirada a su lado no se me quitaba de encima, la chica que Holly recogió estaba maltrecha, puedo ver sus notables heridas y otras tantas que aún no han sanado. Rondaba quizá por la edad de Eros, incluso su gesto de desagrado me recordaba a él.—¿Poio eínai to ónomá sou? —(¿Cuál es tu nombre?)No
HOLLYLa verdad es que me valió un reverendo cacahuate el volar en un helicóptero, con esos enormes audífonos y bien sujeta. Yo solo pensaba en que estaría mejor, ya no estaría a la deriva, vería de nuevo a Adam.Lo que pasara con Nicholas me tenía sin cuidado, lo sé, eso puede sonar muy cruel, pero él lo ha sido conmigo, por su culpa ha pasado todo esto.Rory, dormía, estaba lo suficientemente cansado como para no sentir las sacudidas del helicóptero, tan solo verla me dolía el cuello y el alma. Es tan pequeña y menuda que me duele bastante el imaginarme su vida, yo no sé lo que pueda pasar después con ella, pero si nadie la ayuda ¿en dónde parará?Yo sé que estoy pasando por una situación poco favorecedora, pero, esa niña no merece seguir haciendo lo que hace, solo necesita una oportunidad. Decidí cerrar los ojos para no pensar en el miedo a las alturas.Poco después, la voz de Dominic me despertó sobre el ruido.—Prepárense para aterrizar.Un fuerte estremecimiento me recorrió el
EROSDespués de haber desdoblado las pruebas de ADN que la doctora me dio, fue solo confirmar mi sospecha. Ella, aquella chica dentro de la habitación, de verdad era mi hermana, estaba aquí, viva.¿Será acaso Holly un Ángel encarnado?No es casualidad que mi hermana esté aquí y tampoco que Holly se la haya encontrado y no soltado de donde sea que la encontró: “Fue muy persistente” me había dicho Dominic.—Su estado es delicado—decía la doctora—, tiene una costilla rota y otra fisurada, hematomas en casi todo el cuerpo, una contusión—soltó un leve suspiro—, se encuentra en estado de desnutrición, además—tanteó el ambiente, pero por su rostro parecía que algo malo diría.—¿Qué pasa?—Presenta lesiones genitales—soltó, apreté las manos en mis brazos, aquello me hizo sentir un vuelco en el pecho—, e infecciones, dado todos sus signos es evidente que ha sido víctima de una violación—sentí un fuerte nudo en la garganta—. Haremos todo lo posible para que se recupere, mandaré a canalizarla co