Mundo ficciónIniciar sesiónEl silencio en el despacho de Enzo era tan denso que podía cortarse con un cuchillo. Sentado tras su escritorio de caoba, contemplaba la pantalla de su teléfono con una expresión indescifrable. Las imágenes que acababa de recibir habían abierto una grieta en su interior, una fisura que amenazaba con convertirse en abismo.
Valeria y Alejandro. Juntos. Aquella noche.
Las fotografías mostraban a ambos saliendo del restaurante, demasiado cerca para su gusto. Otra los capturaba en el estacionamiento, hablando con una intimidad que le revolvió el estómago. La última, la que más le dolía, mostraba a Alejandro tomándola del brazo mientras ella no hacía nada por apartarse.
Enzo dejó el teléfono sobre la mesa y se pasó las manos por el rostro. La sensación de traición era como ácido corroyendo su interior. No tenía pruebas concretas d







