53. Encontré amor donde menos pensé
Fausto.
Exhale el humo de mi puro mientras veía las entrañas del mar a través del cristal reforzado.
Había decidido apagar todos mis celulares media hora para pensar claramente lo que quería hacer a continuación.
¿Valía la pena poner en peligro la vida de Indra por un capricho mío?
No nací para ser un hombre de mimos. No podría darle el amor que ella merecía tener, sin embargo la sola mención de verla con otro hombre me asqueaba en lo profundo del alma.
La realidad era que Indra era demasiado buena para mí.
Yo era un hombre de muertes sin escrúpulos.
¿Era bueno que tuviera alguien tan humana a mi lado?
Indra ni siquiera sabía mi verdadero apellido. Ella no conocía a la bestia que habitaba en mi. Al hombre de ambición desmesurada que tenía un trono hecho de cadaveres.
Ella no entendía lo que era crecer en medio de balas y drogas. Tal vez nunca comprendiera que yo no descansaría hasta cumplir los objetivos que tenía marcado desde que era un niño.
Mi madre solía decir entre murmul