55. Se rompió en mil pedazos q
Indra.
—¿Has visto a Fausto?— le pregunte a Leslie cuando le entregue en brazos a su nieta entrada la madrugada.
Mi hermano ya se había marchado con Sofía ya que la primera tenía que estar en casa a temprana hora y mi hermano quería usar su nueva camioneta hasta para ir al Oxxo. Así que no hubo problema con su ida.
Valentina y Juan se habían reunido con sus padres en otra mesa después del discurso de Iván y yo me sentí demasiado exhausta para seguir haciendo una trivial plática con mis papás y mi hermana mayor.
—Esta trabajando cariño, ya sabes nunca descansa— Leslie me dijo con una pequeña sonrisa y un ligero guiño.
Señaló con una mano el elevador que estaba en el pasillo saliendo del auditorio techado y luego me mostró cuatro dedos para indicarme el piso donde podría encontrar a Fausto. Todo mientras su nieta se revolvía entre sus brazos.
Le agradecí despidiéndome de ella.
Quería llegar a mi casa a dormir para mañana poder volver a levantarme y estudiar como hacía antes.
Mi pro