Meses después — junio
Londres
Karina
La situación en el grupo Mckeson continuaba tensa. Michael encontraba siempre la manera de desestabilizar a Lance; aun así, nos esforzábamos por dejar los problemas en la oficina.
La noche en casa de Alejandra seguía fresca en mi memoria: ambos habíamos sentido preocupación por la reacción de Lance al enterarse de que Phillip era el novio de su prima. Fue un susto, pero al cabo de un par de horas los chicos volvieron, tambaleantes y con olor a alcohol.
Hoy, en la empresa, estoy al frente de la gerencia financiera junto a Amanda. No éramos amigas antes; la conozco en su faceta profesional y se ha mostrado íntegra y leal. Aun así, sé que a Lance le cuesta perdonarla.
La puerta de mi despacho se abre y él aparece, con esa mezcla de cansancio y decisión en la mirada.
—¿Amor, estás ocupada? ¿Podemos hablar? —pregunta, apoyando la mano en el marco y sonriendo apenas.
—Un poco —respondo mientras acomodo un informe sobre la mesa—. ¿Qué necesitas?
Se acerca,