La empleada de la cafetería dejó el té para Sofía y los dos cafés para los hombres, el ambiente en la oficina estaba cargado serio e inquietante, por lo que la mujer se retiró no sin antes cerrar la puerta tras ella.
—Primero que nada, me gustaría saber cómo está tu embarazo Sofía, ¿tienes algún problema de presion arterial?, ¿te han medido la hormona del estrés?, eso puede afectar…
—No tío, lo que realmente puede afectar mi embarazo es que no me digas de una vez qué demonios es lo que sucede. —Liam suspiró con fuerza, pero aquello que tenía para decir, sí o sí debía hacerlo frente a Sofía, después de todo ella era la más afectada.
—Estuvimos investigando, y antes que te moleste sabemos que no quiere ser reconocida como una Bach, al menos por ahora y lo respetamos, pero eso no quiere decir Sofía que la familia simplemente continuará fingiendo que tú no existes.
Sofía simplemente asintió de forma lenta, podía tolerarlo, a decir verdad su enojo con la familia Bach había surgido ante el